Este programa de 18 días fue diseñado estratégicamente para lograr un equilibrio perfecto entre aclimatación progresiva y éxito en la cumbre. Es una excelente opción tanto para montañistas con experiencia previa en altitud como para quienes buscan un itinerario optimizado en tiempo, sin comprometer la seguridad. La travesía comienza con un trekking de aclimatación hacia el Mirador Plaza Francia, y luego se avanza de forma gradual por la Ruta Normal del Aconcagua, con una aproximación de unos 40 kilómetros hasta llegar a Plaza de Mulas, el Campo Base. Desde allí, se establecen tres campamentos de altura que permiten adaptar el cuerpo y prepararse para el desafío final.
El itinerario incluye días destinados a porteos y días extra de seguridad, esenciales para aumentar las probabilidades de alcanzar la cima. Estos días son especialmente útiles ante condiciones climáticas adversas, como el característico viento blanco del Aconcagua. A medida que se asciende hacia los campamentos altos, el paisaje se transforma en un entorno majestuoso, duro pero profundamente inspirador. La cima del Aconcagua, a 6.962 m s.n.m., representa no solo el punto más alto de América, sino un logro personal que requiere determinación, preparación y una logística bien diseñada como la que ofrece este programa.
Vive una de las expediciones de alta montaña más icónicas de América con este programa de 18 días al Cerro Aconcagua (6.962 m) por la Ruta Normal, cuidadosamente diseñado para garantizar una aclimatación adecuada y maximizar tus posibilidades de alcanzar la cumbre.
Comenzamos en Mendoza, Argentina, con una progresiva aproximación hasta Plaza de Mulas, el campamento base. Desde allí, seguimos una estrategia escalonada, ascendiendo a tres campamentos de altura: Plaza Canadá, Nido de Cóndores y Plaza Cólera, antes de realizar el intento final a la cumbre. El programa incluye días de aclimatación, porteos y días de reserva para adaptarse a la montaña y a las condiciones climáticas.
Ideal para montañistas con o sin experiencia previa en Aconcagua, este itinerario combina seguridad, logística profesional y alto nivel de organización, aumentando tus probabilidades de éxito en una de las cumbres más altas del planeta fuera del Himalaya.
La expedición comienza en Mendoza, una ciudad situada a 760 metros sobre el nivel del mar (msnm). Reconocida por su industria vitivinícola y su cercanía a la cordillera de los Andes, Mendoza ofrece un entorno ideal para los montañistas que se preparan para ascender el Aconcagua. Tras tu llegada al aeropuerto, serás recibido por un representante del equipo y trasladado a un hotel céntrico. Aquí tendrás la oportunidad de descansar y participar en una reunión informativa con el guía y el resto del grupo, donde se discutirán los detalles de la expedición y se revisará el equipo necesario.
Después de desayunar, procederemos a obtener el permiso de ingreso al Parque Provincial Aconcagua, un trámite esencial para la ascensión. Una vez completado, nos dirigiremos en vehículo hacia Puente de Inca, ubicado a 2.700 msnm. Este trayecto de aproximadamente 180 km nos llevará unas 3 horas, ascendiendo gradualmente y ofreciendo vistas panorámicas de la cordillera. Al llegar, organizaremos el equipo que será transportado por mulas y nos alojaremos en un refugio local, donde podremos aclimatarnos a la nueva altitud y prepararnos para el inicio del trekking.
Iniciaremos el día trasladándonos al Puesto de Control de Horcones, situado a 2.950 msnm, donde presentaremos nuestros permisos y comenzaremos el trekking hacia Confluencia. Este tramo de 8,5 km implica un ascenso de 440 metros y suele completarse en 4 a 5 horas, dependiendo del ritmo del grupo. El sendero sigue el valle del río Horcones, pasando por la pintoresca Laguna de Horcones, y ofrece las primeras vistas impresionantes del Aconcagua. Al llegar a Confluencia, nos instalaremos en tiendas o domos y disfrutaremos de una cena reparadora.
Alojamiento: Tienda o domo dormitorio en Confluencia
Comidas incluidas: Desayuno, almuerzo de marcha y cena
Distancia recorrida: 8,5 km
Altitud máxima alcanzada: 3.390 m
Duración de la caminata: 4–5 horas
Para favorecer la aclimatación, realizaremos un trekking hacia el Mirador de Plaza Francia, ubicado a 4.000 msnm. Este recorrido de 15 km ida y vuelta implica un ascenso de 600 metros y suele llevar entre 7 y 8 horas en total. Desde el mirador, se obtiene una vista privilegiada de la Pared Sur del Aconcagua, una de las más desafiantes y majestuosas caras de la montaña. Tras disfrutar del paisaje y descansar, retornaremos a Confluencia para cenar y pernoctar.
Este día enfrentaremos una de las jornadas más exigentes, con una caminata de 18 km hasta Plaza de Mulas, el campamento base principal del Aconcagua. El ascenso de 900 metros se realiza a través de la extensa Playa Ancha, un valle amplio y árido, seguido de la empinada Cuesta Brava. La travesía suele durar entre 8 y 9 horas, dependiendo de las condiciones y el ritmo del grupo. Al llegar a Plaza de Mulas, nos instalaremos en las tiendas o domos asignados, disfrutaremos de una cena nutritiva y descansaremos para continuar con el proceso de aclimatación.
Después del exigente ascenso hasta Plaza de Mulas, el campamento base principal del Aconcagua, este día está dedicado al descanso activo y la aclimatación. Es una etapa clave para permitir que el cuerpo se adapte a la altitud y reducir el riesgo de mal agudo de montaña.
Los participantes pueden aprovechar para realizar caminatas suaves, visitar el Glaciar Horcones Superior o simplemente disfrutar del paisaje imponente que rodea el campamento. El entorno es árido, rocoso y de alta montaña, por lo que es esencial mantenerse bien hidratado, alimentarse con comidas ricas en calorías y descansar adecuadamente.
El campamento base ofrece algunas comodidades, como duchas con agua caliente, espacio para cocinar y comunicación satelital, lo cual mejora significativamente la experiencia en esta altitud. El guía aprovechará esta jornada para evaluar el estado físico del grupo, revisar equipos, y planificar las siguientes etapas hacia los campamentos de altura.
Este día es clave dentro del proceso de aclimatación progresiva. Se realiza un porteo de equipo y alimentos hacia Plaza Canadá, el Campo 1, ubicado a 5.050 metros. La técnica de “sube alto y duerme bajo” es una de las más efectivas para mejorar la adaptación fisiológica a la altura.
La caminata de ascenso toma entre 3 y 4 horas, recorriendo un terreno empinado, rocoso y con secciones arenosas. Se asciende con carga moderada (aproximadamente 10–12 kg por persona), lo que añade dificultad al trayecto. Una vez depositado el equipo en un lugar seguro, el grupo regresa al campamento base para descansar y continuar el proceso de adaptación.
Durante el ascenso se obtienen vistas espectaculares del entorno andino y del Glaciar Horcones Inferior. El regreso, de entre 1,5 a 2 horas, es más rápido pero igualmente demandante. Este día sirve también para evaluar el desempeño individual del grupo frente al esfuerzo físico en altura.
Este segundo día de descanso permite al cuerpo asimilar el esfuerzo físico y recuperar energía antes de comenzar el ascenso definitivo. Es común que algunos montañistas realicen caminatas suaves de aclimatación, mientras que otros prefieren reposar completamente para conservar fuerza.
Se recomienda aumentar el consumo de líquidos, priorizar alimentos energéticos y evitar esfuerzos innecesarios. El campamento base de Plaza de Mulas es uno de los más grandes del hemisferio sur y reúne expediciones de todo el mundo, lo que genera un ambiente multicultural y dinámico.
El guía también aprovecha esta jornada para realizar una evaluación médica general del equipo, repasar logística y asegurarse de que todos estén listos para iniciar el ascenso a los campamentos de altura. Un día bien utilizado puede marcar la diferencia entre el éxito y el abandono en altitudes extremas.
Después de haber realizado un porteo previo, este día se realiza el ascenso definitivo a Plaza Canadá, transportando el equipo personal y pasando la noche allí por primera vez. Se asciende por la misma ruta, con una carga más ligera que en el porteo anterior.
El terreno presenta pendientes sostenidas, zonas de rocas sueltas y viento moderado, por lo que es necesario mantener un ritmo constante y controlado. Una vez en el campamento, se montan las tiendas individuales o dobles, se organiza la comida, y se descansa en altitud por primera vez.
Plaza Canadá se ubica sobre una terraza natural desde donde es posible ver todo el valle inferior. El entorno es más árido y expuesto que en Plaza de Mulas, y las temperaturas nocturnas comienzan a descender notoriamente. Esta etapa representa el inicio del verdadero ascenso en altura, donde cada paso debe ser cuidadosamente calculado.
Desde Plaza Canadá, se asciende hacia Nido de Cóndores, uno de los campamentos más emblemáticos del Aconcagua. El sendero es más escarpado, con secciones expuestas al viento, pero la pendiente es relativamente constante. Este tramo es exigente por el nivel de altitud alcanzado, por lo que se avanza con calma, respetando el ritmo del grupo.
Nido de Cóndores se encuentra en una amplia plataforma natural, con espacio suficiente para múltiples expediciones. Desde aquí, las vistas del cerro Cuerno, el glaciar de los Polacos y el horizonte andino son majestuosas. El lugar es también propenso a ráfagas de viento fuertes, por lo que el montaje de tiendas debe ser firme y seguro.
Esta etapa consolida la aclimatación lograda en los días previos. El guía monitorea signos de mal de altura y evalúa la posibilidad de días extra si alguno de los miembros necesita más tiempo para adaptarse.
Este día tiene un valor estratégico y fisiológico: consolidar la aclimatación a casi 5.600 metros de altitud. Dependiendo del estado del grupo y las condiciones meteorológicas, se pueden realizar caminatas cortas hacia Plaza Cólera o puntos más elevados, simulando lo que será el día de cumbre.
El objetivo es permitir que el cuerpo termine de adaptarse a la baja presión de oxígeno y evitar ascensos prematuros que puedan generar mal agudo de montaña. Este día también sirve para descansar, reparar equipo, hidratarse bien y reforzar la nutrición.
El guía aprovechará para revisar las mochilas, verificar el estado de los sistemas de cocina, linternas frontales, guantes y todo lo necesario para el ascenso final. Es un día de tranquilidad activa, en el que la preparación mental también juega un papel fundamental.
Esta jornada marca el ascenso al último campamento de altura antes del intento de cumbre. Desde Nido de Cóndores (5.550 m) nos dirigimos hacia Plaza Cólera (5.970 m), un trayecto que suele tomar entre 3 y 4 horas, dependiendo de las condiciones climáticas y el ritmo del grupo. La pendiente es sostenida y el terreno rocoso, con mayor exposición al viento. A medida que se gana altura, el oxígeno disponible disminuye considerablemente, por lo que es fundamental moverse lentamente, hidratarse bien y no forzar el cuerpo.
Plaza Cólera, ubicado sobre el filo norte del Aconcagua, ofrece una vista impresionante del entorno andino. Al llegar, se procede al montaje del campamento, que debe hacerse con rapidez y eficiencia para protegerse del frío y el viento. El guía revisará el equipo de cada participante, ajustará detalles logísticos y verificará las condiciones meteorológicas para planificar el ascenso a la cumbre al día siguiente. Es una tarde de preparación física y mental: descansar, comer alimentos energéticos, hidratarse mucho y visualizar el objetivo.
Este es el día más esperado de toda la expedición. La jornada comienza muy temprano, alrededor de las 3 o 4 a.m., dependiendo de las condiciones climáticas. El ascenso se realiza por el filo norte del Aconcagua, y se pasa por hitos clave como el Refugio Independencia (6.380 m), el Portezuelo del Viento, la temida y exigente Canaleta y el Filo del Guanaco, desde donde se alcanza la cumbre del Aconcagua, el punto más alto del continente americano con 6.962 m s.n.m.
El ascenso es largo y demandante: entre 8 y 12 horas en total, con tramos expuestos al viento, temperaturas extremas y oxígeno muy reducido (menos del 40 % del nivel del mar). A pesar de ello, con una buena aclimatación y mentalidad enfocada, es totalmente alcanzable. Una vez en la cima, las vistas son simplemente inolvidables: la Cordillera de los Andes se extiende en todas direcciones, coronando el esfuerzo de semanas de preparación.
Tras un breve descanso en la cumbre, se inicia el descenso controlado hasta Plaza Cólera, donde se pasa la noche y se recupera del esfuerzo.
Estos dos días están estratégicamente contemplados en el itinerario como margen de seguridad frente a condiciones meteorológicas adversas, como tormentas de nieve, viento blanco o frío extremo, que son comunes en estas altitudes. Si el clima no permite el intento de cumbre el día 13, se utilizarán estos días para esperar una ventana segura.
También sirven en caso de que algún integrante necesite un día adicional de aclimatación o recuperación, antes de emprender el ascenso final. No es inusual que en expediciones de alta montaña se requiera flexibilidad, ya que el clima en el Aconcagua puede cambiar drásticamente de un momento a otro.
En caso de no ser necesarios, estos días pueden utilizarse para descender más rápido o disfrutar del entorno natural. Son una garantía para aumentar las posibilidades de éxito sin comprometer la salud ni la seguridad del grupo.
Después de la exigencia del intento de cumbre, se inicia el descenso desde Plaza Cólera hacia Plaza de Mulas. La caminata dura entre 4 y 6 horas, y se realiza por el mismo camino de ascenso, con mucho cuidado en tramos resbaladizos o pedregosos. La sensación al descender es de alivio: la altitud disminuye, el oxígeno se vuelve más abundante y el cuerpo comienza a recuperar fuerza.
Al llegar al campamento base, el grupo es recibido con una cena especial para celebrar el éxito y compartir anécdotas. Este momento es particularmente emotivo, ya que se transforma en una despedida de la montaña, después de días intensos de convivencia, esfuerzo y superación personal.
Este será el último día en el Parque Provincial Aconcagua. Tras un desayuno temprano, se inicia la larga caminata de retorno desde Plaza de Mulas hasta Puente de Inca, un trayecto de 25 km que toma entre 6 y 8 horas. El descenso es constante, pero las piernas ya sienten el acumulado de días en la montaña.
Una vez en Horcones, el vehículo privado de la agencia estará esperando para trasladar al grupo de regreso a Mendoza, donde te espera una habitación de hotel confortable, una ducha caliente y, quizás, un brindis de celebración.
Después del desayuno en el hotel, se realiza el check-out y finalizan los servicios del programa. Este es un día libre para disfrutar de Mendoza, tomar un vuelo de regreso o simplemente reflexionar sobre la experiencia vivida: una expedición desafiante, transformadora y que quedará grabada para siempre en la memoria de cada participante.
La expedición está disponible durante la temporada oficial de ascenso al Aconcagua, que va de noviembre a marzo, cuando las condiciones climáticas son más favorables para alcanzar la cumbre.
USD 6.000
(Precio regular: USD 6.200 – ahorra USD 200 reservando con anticipación)
Temporada alta: diciembre, enero y febrero (alta demanda)
Temporada media: noviembre y marzo
Transferencia bancaria internacional o nacional (datos enviados al confirmar la reserva)
Pago en efectivo en nuestra oficina en Mendoza, Argentina
Te recomendamos reservar con anticipación para asegurar tu cupo en esta inolvidable expedición al techo de América.
La Ruta Normal del Aconcagua es la vía más accesible para alcanzar la cumbre de los 6.962 metros de esta montaña. Aunque no presenta desafíos técnicos significativos, la altitud extrema y las condiciones climáticas pueden complicar el ascenso. Es esencial contar con una excelente condición física y experiencia en montañismo de altura. La aclimatación adecuada y la preparación física son fundamentales para aumentar las probabilidades de éxito y minimizar riesgos. Se recomienda realizar entrenamientos de resistencia y ascensos previos en montañas de menor altitud. Además, es importante estar preparado para enfrentar temperaturas extremadamente bajas y vientos fuertes, comunes en las alturas del Aconcagua. Contar con el equipo adecuado y seguir las indicaciones de guías experimentados contribuirá a una experiencia más segura y satisfactoria.
Sí, se recomienda tener experiencia previa en ascensos de montañas de más de 5.000 metros. La altitud y las condiciones climáticas del Aconcagua requieren que los participantes estén familiarizados con los desafíos del montañismo de altura. Además, es importante tener entre 18 y 60 años, aunque casos particulares pueden ser evaluados según el estado de salud y la experiencia en la actividad. Presentar un certificado médico de aptitud y haber realizado un programa de actividad física previo al viaje son requisitos esenciales. La preparación debe incluir entrenamientos de resistencia cardiovascular y fuerza, así como ascensos previos para mejorar la aclimatación y adaptación a la altitud. Una adecuada preparación aumentará las posibilidades de éxito y reducirá los riesgos asociados al mal de altura y otras complicaciones.
La temporada oficial de ascenso al Aconcagua se extiende desde mediados de noviembre hasta finales de marzo. Durante estos meses, las condiciones climáticas son más favorables, con temperaturas menos extremas y menor probabilidad de tormentas severas. Diciembre a febrero son considerados meses de temporada alta, ofreciendo temperaturas más cálidas y condiciones más estables, aunque también con mayor afluencia de montañistas. Noviembre y marzo corresponden a la temporada media, con menos montañistas y condiciones algo más frías e impredecibles. Independientemente del mes elegido, el clima en alta montaña es altamente variable, por lo que es esencial estar preparado para enfrentar condiciones adversas en cualquier momento. Planificar con anticipación y considerar la disponibilidad personal y la capacidad de aclimatación son factores clave para un ascenso exitoso.
El programa de 18 días incluye servicios como guía de alta montaña profesional, asistencia para obtener el permiso de ingreso al Parque Provincial Aconcagua, todos los transportes en vehículo privado, alojamiento en hotel en Mendoza y en Puente de Inca, mulas para el traslado de equipo personal, alojamiento en la montaña en tiendas o domos, todas las comidas durante la expedición, agua potable en campamentos base, tiendas comedor equipadas, baños exclusivos, internet y carga de dispositivos en campamentos base, ducha caliente, depósito y guarda de equipo personal, servicio de porteo para equipo común, comunicación entre campamentos, y equipamiento médico. No incluye el permiso de ingreso al Parque Aconcagua, seguro obligatorio que cubra rescate y evacuación en helicóptero, gastos adicionales por abandono de la expedición, equipamiento personal requerido, cargos administrativos, gastos personales en la ciudad o en la montaña, comidas y bebidas no especificadas en el itinerario, ni transporte del hotel al aeropuerto al finalizar la expedición.
La altitud máxima que se alcanza durante la expedición es de 6.962 metros sobre el nivel del mar, correspondiente a la cumbre del Aconcagua. Este punto es el más alto de América y representa un desafío significativo debido a la altitud extrema. Durante la expedición, se establecen campamentos de altura progresivos para facilitar la aclimatación, como Plaza Canadá (4.910 m), Nido de Cóndores (5.380 m) y Berlín (5.780 m). Una adecuada aclimatación y preparación física son esenciales para afrontar los efectos de la altitud y aumentar las posibilidades de éxito en el ascenso.
Se recomienda un programa de entrenamiento que incluya ejercicios cardiovasculares, como correr, nadar o andar en bicicleta, para mejorar la resistencia. Además, es importante incorporar entrenamientos de fuerza enfocados en piernas, espalda y core, así como ejercicios de flexibilidad y equilibrio. Realizar caminatas o ascensos en montañas de menor altitud ayuda a simular las condiciones del Aconcagua y mejora la aclimatación. Es aconsejable comenzar la preparación al menos 4 a 6 meses antes de la expedición, aumentando progresivamente la intensidad y duración de los entrenamientos. Consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de entrenamiento es esencial para asegurar una preparación adecuada y segura.
Sí, es obligatorio contar con un seguro de viaje que cubra actividades de alta montaña, incluyendo rescate y evacuación en helicóptero. Este seguro debe garantizar la cobertura adecuada en caso de emergencia y es responsabilidad del participante contratarlo y presentar la documentación correspondiente antes del inicio de la expedición. El Parque Provincial Aconcagua cobra por las evacuaciones médicas de emergencia en helicóptero, y en caso de ser necesario, los costos serán cubiertos por el evacuado o su compañía de seguros. Contar con un seguro adecuado es fundamental para la seguridad y tranquilidad durante la expedición.
Durante la expedición al Aconcagua por la Ruta Normal, las mulas transportan tu equipo personal entre Puente de Inca y Plaza de Mulas, el campamento base. A diferencia de otras rutas, no hay un límite de peso estricto por participante para este tramo, lo que brinda comodidad al momento de planificar tu carga. Todo el material debe ir empacado en un petate resistente y completamente cerrado, idealmente de 120 litros, para evitar daños durante el transporte.
Sin embargo, cada día de trekking, tú serás responsable de cargar una mochila personal de entre 8 y 10 kg. Esta debe contener lo esencial para la jornada: agua, abrigo, algo de comida, protección solar, guantes, gorro, gafas, medicamentos personales, linterna frontal y una capa impermeable, entre otros artículos útiles.
A partir del campamento base, el equipo de altura (crampones, saco, parka, etc.) es transportado por los porteadores incluidos en el programa. Este sistema permite a los montañistas optimizar su energía y aclimatarse mejor a la altitud sin cargar peso excesivo, algo clave para aumentar las probabilidades de éxito en el intento de cumbre.
El programa incluye una combinación de alojamientos pensados para tu comodidad y recuperación durante cada etapa de la expedición. En Mendoza, pasarás 2 noches en un hotel 3 estrellas, ubicado en el centro de la ciudad, en habitación compartida (doble o triple), con desayuno incluido. Este alojamiento te permite descansar después del viaje y antes del ascenso.
En Puente de Inca, pasarás 1 noche en un refugio de montaña, también en habitación compartida, con desayuno y cena incluidos. Es un espacio acogedor ideal para organizar el equipo y descansar antes de iniciar el trekking hacia el Parque Provincial Aconcagua.
Durante el recorrido en montaña, el alojamiento será en domos dormitorio o tiendas de campaña. En los campamentos base, como Confluencia y Plaza de Mulas, se pernocta en domos calefaccionados compartidos para 4 u 8 personas, equipados con camas, baños exclusivos, duchas calientes, internet y electricidad. En los campamentos de altura, el alojamiento será en tiendas dobles tipo expedición, resistentes al viento y al frío, instaladas por el equipo logístico.
Este sistema de alojamiento garantiza una experiencia segura y confortable en cada etapa de la travesía.
El límite de edad para participar en una expedición al Aconcagua por la Ruta Normal suele establecerse entre 18 y 65 años. Sin embargo, más allá de la edad cronológica, lo fundamental es que el participante cuente con buena salud, estado físico adecuado y experiencia previa en montaña.
Para personas menores de 18 años o mayores de 65, algunas agencias evalúan cada caso individualmente, exigiendo la presentación de un certificado médico específico de aptitud física para alta montaña, y en el caso de menores, el consentimiento por escrito de los padres o tutores legales. Estos casos también pueden requerir la contratación de un guía privado, especialmente si no se integran a un grupo regular.
En cualquier caso, es obligatorio presentar un certificado médico reciente que acredite aptitud para realizar actividades a gran altitud y bajo condiciones extremas. También se recomienda contar con seguro médico internacional con cobertura específica para deportes de montaña, incluyendo rescates en helicóptero.
Más allá de la edad, el Aconcagua exige preparación física, mental y emocional. Con una buena aclimatación y acompañamiento profesional, muchas personas logran hacer cumbre con seguridad.
Para ascender al Aconcagua, necesitarás un equipo especializado que resista temperaturas extremas, vientos intensos y condiciones cambiantes. En ropa, debes incluir capas térmicas base (camisetas y calzas térmicas), chaquetas polares, pantalones de abrigo, chaqueta y pantalón impermeables (Gore-Tex), parka de pluma tipo expedición y guantes térmicos y de montaña.
En la cabeza, no deben faltar gorro térmico, gafas de glaciar (categoría 4), gafas para tormenta, casco de escalada, buff, linterna frontal potente y sombrero para el sol. El calzado debe incluir botas de trekking, botas dobles o triples para altura (Scarpa Phantom, La Sportiva G2), medias térmicas de repuesto y polainas impermeables.
El equipo técnico incluye: piqueta de alpinismo clásico, crampones, arnés, mosquetones, eslinga de 60 cm y bastones de trekking. También debes llevar un saco de dormir (-18 a -30 °C), colchoneta aislante, mochila de 80 L, mochila secundaria, botella de agua, termo y protector solar.
Todo el equipo debe estar probado previamente y en buenas condiciones. La calidad del equipamiento influye directamente en tu comodidad, aclimatación y seguridad durante la expedición.
El itinerario de 18 días al Aconcagua por la Ruta Normal está diseñado estratégicamente para garantizar una aclimatación gradual y segura, lo cual es fundamental para reducir el riesgo de mal de altura y aumentar las posibilidades de alcanzar la cumbre.
Desde el día 1 hasta el día 11, el itinerario contempla ascensos progresivos, días de descanso activo y porteos a mayor altitud, permitiendo que el cuerpo se adapte a los cambios de presión y oxígeno. Se incluyen al menos dos días completos de descanso/aclimatación: uno en Confluencia, con caminata al Mirador Plaza Francia (4.000 m), y otro en Plaza de Mulas, después de la larga aproximación desde Confluencia.
Además, el traslado de equipo a los campamentos de altura se realiza por etapas, con retorno al campamento base, una técnica efectiva para aclimatarse: "sube alto, duerme bajo". Esta estrategia permite al organismo adaptarse sin sobreexigencias.
Finalmente, también se reservan dos días adicionales para intentar cumbre (días 14 y 15) si el clima lo permite, dando flexibilidad al itinerario. Todo el programa ha sido diseñado para maximizar el rendimiento físico y minimizar riesgos en altura.
Sí, un participante puede decidir abandonar la expedición en cualquier momento, ya sea por motivos de salud, aclimatación deficiente, decisión personal o problemas logísticos. Sin embargo, es importante saber que los servicios no utilizados no son reembolsables, ya que la logística de la montaña se organiza y contrata con antelación.
En caso de malestar o síntomas de mal de altura (dolor de cabeza, fatiga extrema, náuseas), el guía evaluará la situación y tomará medidas adecuadas, que pueden incluir descenso, monitoreo médico en campamento base o evacuación en mula o helicóptero, si es necesario. Contar con un seguro médico con cobertura de rescate es obligatorio para cubrir este tipo de situaciones.
El descenso o abandono puede generar costos adicionales, como alojamiento fuera del programa, comidas extras o transporte especial hacia Mendoza. Estos deben ser cubiertos por el participante. El equipo te brindará apoyo logístico y humano, pero la responsabilidad económica en caso de abandono recae sobre el montañista.
Abandonar no es un fracaso, es una decisión de responsabilidad y seguridad. Tu salud siempre será la prioridad.
La montaña manda, y el clima en el Aconcagua puede cambiar rápidamente, con vientos de más de 100 km/h, nevadas intensas y temperaturas extremas incluso en temporada alta. Por eso, el itinerario incluye dos días extra (días 14 y 15) como margen para esperar una ventana de buen tiempo y aumentar las probabilidades de cumbre.
Si el clima no permite el intento de cumbre ni siquiera en esos días de reserva, se debe priorizar la seguridad del grupo. No se arriesgará a los participantes en condiciones peligrosas. En tal caso, la expedición se considerará completada hasta donde el clima lo haya permitido.
No habrá reembolsos por no alcanzar la cumbre, ya que el objetivo principal de una expedición en alta montaña es vivir la experiencia completa, incluyendo la preparación, convivencia y el aprendizaje. Alcanzar la cumbre es un logro, pero hacerlo de forma segura es el verdadero éxito.
Algunas empresas ofrecen descuentos para futuras expediciones si se suspende por mal tiempo, pero esto depende de las condiciones contractuales.
¡Sí, puedes reservar la expedición de forma individual! No es necesario formar un grupo completo para participar. Muchas personas se inscriben solas y se integran a grupos abiertos, organizados por la agencia. Esta es una excelente forma de compartir la experiencia con personas de diferentes países que comparten el mismo objetivo: alcanzar la cumbre del Aconcagua.
Los grupos tienen un tamaño limitado (generalmente de 6 a 10 personas) para garantizar seguridad, atención personalizada y logística eficiente. Si ya existe un grupo programado para la fecha que te interesa, simplemente se te añade como integrante. Si no hay grupo formado aún, se abrirá uno nuevo cuando haya al menos 2 participantes confirmados.
Unirte a un grupo ya formado también reduce los costos frente a una expedición privada, sin sacrificar la calidad del servicio. Además, el ambiente de grupo suele generar motivación y compañerismo durante los momentos más exigentes del ascenso.
Reservar solo es totalmente viable y común. Si buscas aventura, superación y conexión con otros montañistas, unirte a una expedición grupal es una experiencia que va más allá de la cumbre.
A continuación, te presentamos el equipo recomendado para participar en esta expedición de alta montaña. Todo el material debe estar en buenas condiciones, ser funcional y probado previamente por el participante.
Importante:
Todo el equipo debe estar probado previamente, en buenas condiciones y adaptado a condiciones extremas de frío, viento y altitud. Si tienes dudas sobre marcas o modelos específicos, contáctanos.
Confirmación de Reserva: Para asegurar tu participación en la expedición, es necesario realizar una reserva anticipada. La reserva se confirma mediante el pago de un depósito no reembolsable del 30% del costo total del programa. Este depósito garantiza tu plaza y permite la correcta planificación de la logística.
Pago del Saldo: El 70% restante del costo de la expedición debe ser abonado al menos 30 días antes de la fecha de inicio del programa.
Cambios en la Reserva: Si deseas realizar modificaciones en una reserva ya confirmada (como cambio de fecha o transferencia de plaza a otra persona), deberás notificarnos por escrito con al menos 45 días de antelación. Las modificaciones están sujetas a disponibilidad y pueden implicar costos administrativos adicionales.
Cancelaciones por Parte del Participante:
Si la cancelación se realiza con más de 30 días de antelación al inicio de la expedición, el depósito del 30% se retendrá como penalización, pero podrá ser utilizado como crédito para futuras expediciones durante las siguientes dos temporadas.
Si la cancelación se efectúa entre 30 y 15 días antes del inicio, se retendrá el 50% del monto total de la expedición.
Cancelaciones realizadas con menos de 15 días de antelación no serán sujetas a reembolso.
Cancelaciones por Parte de la Empresa:
Nos reservamos el derecho de cancelar la expedición por razones de seguridad, condiciones climáticas adversas o fuerza mayor. En tal caso, se ofrecerá al participante la opción de reprogramar la expedición o recibir un reembolso completo de los montos abonados.
Abandono Durante la Expedición:
Si un participante decide abandonar la expedición una vez iniciada, no habrá reembolso por los servicios no utilizados. Cualquier gasto adicional derivado del abandono (como traslados, alojamiento extra, etc.) será responsabilidad del participante.
Obligatoriedad: Todos los participantes deben contar con un seguro de viaje que cubra actividades de alta montaña, incluyendo rescate y evacuación en helicóptero. Es responsabilidad del participante contratar este seguro y presentar la documentación correspondiente antes del inicio de la expedición.
Condición Física y Salud: Es responsabilidad del participante asegurarse de estar en buen estado de salud y contar con la condición física adecuada para afrontar los desafíos de la expedición. Se recomienda realizar una evaluación médica previa y consultar con profesionales sobre los requerimientos físicos de la actividad.
Equipo Personal: Cada participante debe proveerse del equipo personal necesario para la expedición. Se proporcionará una lista detallada del equipamiento recomendado al momento de la reserva.
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