La caminata al Campo Base del Everest es mucho más que una aventura: es una peregrinación hacia la cumbre del mundo. A lo largo de 14 días, recorrerás senderos ancestrales que serpentean entre valles glaciares, pueblos sherpas y paisajes sagrados del Himalaya. Este trekking te lleva al corazón del Parque Nacional Sagarmatha, Patrimonio Mundial de la UNESCO, donde el aire es puro, las montañas son eternas y la espiritualidad se vive en cada paso. Desde Katmandú hasta el legendario glaciar Khumbu, vivirás un viaje que combina naturaleza extrema, cultura viva y una conexión única con el Everest.
Cada jornada es una inmersión en la belleza del Himalaya: monasterios budistas como el de Tengboche, banderas de oración ondeando al viento, y puentes colgantes que cruzan profundos cañones. Verás el amanecer sobre el Everest desde Kala Patthar, explorarás aldeas remotas llenas de hospitalidad, y compartirás el camino con yaks, ciervos almizcleros y, con suerte, incluso el esquivo leopardo de las nieves. Esta caminata no solo desafía tu cuerpo: transforma tu alma.
Vive una experiencia inolvidable en el corazón del Himalaya con este trekking de 14 días hasta el Campo Base del Everest (5.364 m). Desde los vuelos escénicos a Lukla hasta las impresionantes vistas desde Kala Patthar (5.555 m), cada día ofrece una mezcla única de paisajes de alta montaña, cultura sherpa, y espiritualidad budista.
Atravesarás el Parque Nacional de Sagarmatha, cruzarás puentes colgantes sobre ríos glaciares y dormirás en acogedores lodges de montaña mientras te aclimatas progresivamente a la altitud. Lugares como Namche Bazaar, Tengboche y Dingboche te conectarán con la esencia del Himalaya, mientras que el Campo Base y el mirador de Kala Patthar coronan esta travesía con vistas que marcan la vida.
Ideal para viajeros con buena condición física y pasión por la montaña, este trekking no requiere experiencia técnica, pero sí compromiso, respeto por la altura y espíritu aventurero.
Tu aventura al Himalaya comienza con un vuelo panorámico hacia Lukla, considerado uno de los aeropuertos más desafiantes del mundo. Si viajas durante temporada alta (marzo a mayo o septiembre a noviembre), volarás desde Manthali tras un traslado nocturno de aproximadamente 5 horas desde Katmandú. En cambio, en temporada baja (diciembre a febrero o junio a agosto), el vuelo parte directamente desde Katmandú, brindándote una vista inolvidable de los gigantes del Himalaya. Si lo prefieres, puedes reservar un helicóptero para evitar el traslado a Manthali, con un coste adicional si se comparte entre cinco personas.
Una vez en Lukla, te encontrarás con tu guía y porteadores. Luego iniciaremos una caminata suave por senderos rodeados de vegetación, atravesando aldeas sherpas tradicionales como Chaurikharka. Descendemos por el valle del río Dudh Koshi, cruzamos pequeños puentes colgantes y llegamos a Phakding, un pueblo encantador donde pasarás la noche. Esta etapa es corta, perfecta para aclimatarse, relajarse y prepararse para la aventura de altura. Si el tiempo lo permite, puedes visitar el Monasterio de Rimishung o descansar junto al río.
Hoy comenzamos con una caminata más exigente mientras seguimos el curso del río Dudh Koshi, cruzando varios puentes colgantes, entre ellos el famoso Hillary Bridge, suspendido sobre un profundo valle. A lo largo del camino, disfrutarás de espectaculares vistas de montañas nevadas, bosques de pinos y pueblos típicos como Toktok, Benkar y Monjo. Este último es la puerta de entrada al Parque Nacional de Sagarmatha, donde registraremos nuestros permisos y continuaremos el ascenso.
Tras ingresar al parque, el sendero se vuelve más empinado y desafiante. A medida que subes, podrás observar la primera vista del Monte Everest, una motivación poderosa para seguir adelante. Finalmente, llegarás a Namche Bazaar, un animado pueblo sherpa conocido como la “puerta de entrada al Everest”. Aquí encontrarás tiendas, cafés con wifi, panaderías de montaña y un entorno cultural único. La altitud empieza a sentirse, por lo que es importante descansar bien y comenzar el proceso de aclimatación.
El proceso de aclimatación es fundamental en el Himalaya, y Namche Bazaar ofrece el lugar perfecto para adaptarse a la altitud sin dejar de disfrutar. Este día está dedicado al descanso activo, lo que significa que realizarás caminatas suaves para ayudar al cuerpo a adaptarse. Puedes explorar el pueblo, visitar el Museo Sherpa, la Escuela Hillary, el mercado local o caminar hasta el aeropuerto de Syangboche (el más alto del mundo).
Una de las actividades más recomendadas es la subida al Hotel Everest View, ubicado a 3.880 metros, desde donde se tiene una vista majestuosa del Monte Everest, el Ama Dablam y otras cumbres icónicas. Esta caminata corta mejora tu adaptación sin generar sobreesfuerzo. Por la tarde, puedes relajarte en una panadería con té tibetano y vistas al valle, o simplemente disfrutar de la tranquilidad del entorno. Este es un día clave para prevenir el mal de altura y continuar la travesía de forma segura.
Partimos de Namche ascendiendo gradualmente por un sendero escénico, con vistas ininterrumpidas del Everest, Lhotse, Nuptse y Ama Dablam. Durante gran parte del camino cruzamos bosques de rododendros, zonas abiertas y acantilados con banderas de oración. Tras un descenso hasta Phunki Thenga, donde tomaremos un breve descanso, comenzamos una subida empinada que nos lleva finalmente a Tengboche, uno de los pueblos más espirituales del Khumbu.
Tengboche alberga el monasterio budista más grande de la región, famoso por su ubicación panorámica y su arquitectura. Aquí, si lo deseas, puedes presenciar una ceremonia budista con los monjes locales, una experiencia profundamente espiritual. Después, caminamos un poco más hasta Deboche, donde pasaremos la noche en un entorno más tranquilo, rodeado de bosque y silencio. El paisaje y la energía de este lugar lo convierten en uno de los favoritos del trekking.
Después del desayuno, dejamos los bosques de Deboche y continuamos por el sendero que atraviesa puentes colgantes, chortens, y muros Mani grabados con mantras. Pronto pasamos por Pangboche, una de las aldeas sherpas más antiguas y elevadas de la región. Desde aquí, las vistas del Ama Dablam son impresionantes. En esta zona el paisaje empieza a cambiar: los árboles desaparecen, y el terreno se vuelve más árido y abierto.
A medida que ganamos altitud, notamos la transición a un ecosistema de alta montaña. En las cercanías de Dingboche, aparecen los característicos muros de piedra que los pobladores utilizan para proteger sus cultivos del viento. Aquí, a más de 4.300 metros, aún logran cultivar cebada, patatas y trigo sarraceno en condiciones extremas. Dingboche es amplio y ventoso, con alojamientos básicos pero confortables. Este será nuestro hogar por dos noches, ideal para aclimatarnos antes de seguir subiendo.
A esta altitud, es crucial dedicar un día completo a la aclimatación. Aunque no realizamos una caminata larga, sí haremos una subida ligera a una cresta cercana para mantener el cuerpo activo y continuar la adaptación. Desde allí, tendrás vistas panorámicas de cumbres legendarias como el Island Peak, el Lhotse, el Makalu y el poderoso Ama Dablam, que parece flotar sobre el valle. Esta caminata de medio día te preparará físicamente para enfrentar las alturas que vienen en los próximos días.
Dingboche es uno de los asentamientos más amplios del trekking, con espacio suficiente para caminar libremente y explorar sin prisa. Es un buen lugar para observar la vida agrícola en altitud, conocer a los lugareños o simplemente relajarse en el lodge con una taza caliente de té nepalí. También puedes aprovechar para revisar tu equipo, reorganizar tu mochila y conversar con otros viajeros sobre sus experiencias. El día concluye con una cena reconfortante y una noche de descanso importante.
Hoy entramos en el tramo más alto y exigente del trekking. Salimos de Dingboche ascendiendo lentamente por un sendero que bordea el valle y ofrece vistas constantes del glaciar Khumbu. Tras una caminata inicial, llegamos al memorial de Thukla, un lugar conmovedor con monumentos en honor a los alpinistas que perdieron la vida en el Everest. El viento y la altitud le dan a este sitio un aire solemne que invita a la reflexión.
Desde allí, continuamos el ascenso por una ruta más pedregosa y ganamos altitud de forma progresiva. Finalmente, llegamos a Lobuche, un asentamiento rodeado de imponentes picos nevados, donde la vegetación casi desaparece. El aire es más delgado y el frío más intenso, por lo que es importante mantenerse abrigado y bien hidratado. Esta noche dormirás por encima de los 4.900 metros, una experiencia que marca el inicio de los momentos más intensos del viaje.
Este es uno de los días más esperados: el ascenso al Campo Base del Everest. Partimos temprano desde Lobuche y caminamos por un terreno glaciar, siguiendo la morrena del glaciar Khumbu. El paisaje se vuelve más rocoso y dramático a medida que nos acercamos a Gorak Shep, un pequeño asentamiento que sirve como punto de partida hacia el campo base. Dejamos el equipaje y, tras un breve descanso, iniciamos la subida final.
Después de horas de caminata entre hielo, rocas y viento, finalmente llegamos al legendario Campo Base del Everest, ubicado a 5.364 metros. Aquí, rodeado de montañas, banderas de oración y tiendas de expedición, tendrás tiempo para celebrar tu logro, tomar fotografías y disfrutar del lugar donde los montañistas comienzan su intento a la cumbre. Tras este momento inolvidable, regresamos a dormir en Gorak Shep, aún con la emoción en el corazón.
Hoy nos despertamos antes del amanecer para subir a Kala Patthar, uno de los mejores miradores del Himalaya. El ascenso es exigente debido a la altitud, pero cada paso vale la pena: desde la cima, a 5.555 metros, tendrás una vista directa del Monte Everest, iluminado por los primeros rayos del sol. También se aprecian claramente los picos del Nuptse, Lhotse y el macizo del Pumori. Este momento es, para muchos, el más emocionante y espiritual del viaje.
Tras disfrutar de las vistas, descendemos a Gorak Shep para desayunar y descansar brevemente. Luego continuamos el descenso hacia Pheriche, una aldea rodeada de montañas donde el oxígeno empieza a sentirse más presente. Este cambio de altitud es bienvenido por el cuerpo, que comienza a recuperarse después de varios días a gran altura. El descanso en Pheriche será merecido y revitalizante.
Hoy comenzamos un descenso progresivo entre valles y bosques. A medida que bajamos de altitud, la vegetación reaparece lentamente. El sendero nos lleva por tramos de roca, pastos alpinos y finalmente cruza el puente del río Imja Khola, rodeado de paisajes bucólicos y un aire mucho más suave que en los días anteriores. Este día brinda una sensación de alivio físico, pero también de nostalgia al dejar atrás las zonas más altas del Himalaya.
El camino hasta Tengboche es tranquilo y escénico, ideal para contemplar el entorno sin apuros. Al llegar nuevamente al monasterio, tendrás la oportunidad de revisitar este lugar sagrado y asistir, si lo deseas, a una ceremonia de oración. El ambiente espiritual y la tranquilidad del bosque hacen de este uno de los puntos más especiales del regreso.
La caminata de hoy nos lleva de regreso a Namche Bazaar, descendiendo gradualmente por el mismo sendero que tomamos en la ida. A medida que descendemos, el oxígeno se hace más presente y el cuerpo comienza a recuperar energía. El trayecto ofrece nuevas perspectivas del paisaje: bosques de rododendros, pinos y abetos, además de vistas de montañas como el Everest y el Lhotse, esta vez desde un ángulo distinto.
Durante el camino, es posible cruzarse nuevamente con la fauna típica del Himalaya: faisanes coloridos, ciervos almizcleros, tahrs del Himalaya e incluso rastros del esquivo leopardo de las nieves. A medida que te acercas a Namche, comienzan a reaparecer los sonidos de la civilización, las coloridas banderas de oración, y los muros de piedra tallados con mantras. Esta es una jornada de transición, donde el cansancio se mezcla con satisfacción por todo lo vivido.
Este día es más relajado en comparación con las etapas anteriores. Desde Namche, el sendero desciende bruscamente por un tramo empedrado hasta llegar nuevamente al río Dudh Koshi. Cruzamos los mismos puentes colgantes que nos acompañaron a la ida, pero esta vez con una mirada distinta, más introspectiva, apreciando cada detalle con gratitud. El descenso es más rápido, pero requiere atención para evitar impactos fuertes en las rodillas.
En el camino pasamos nuevamente por Monjo, Benkar y otras aldeas, donde es posible detenerse a tomar té o conversar con los lugareños. El ambiente es más cálido y acogedor, y se disfruta de la vegetación exuberante y los sonidos del bosque. Al llegar a Phakding, el ritmo se relaja por completo. Aquí podrás descansar, compartir historias con otros viajeros, o simplemente contemplar el río desde una banca de madera.
Último día de trekking. Caminamos desde Phakding hasta Lukla, finalizando así nuestro recorrido circular por el valle del Khumbu. Aunque el trayecto es corto, cada paso está cargado de emociones: alegría, cansancio y nostalgia. Atravesamos por última vez los paisajes que nos vieron partir hace casi dos semanas, ahora transformados por la experiencia vivida.
La caminata es mayormente en ascenso suave, hasta llegar a la última subida empinada antes de alcanzar Lukla. Este es el momento ideal para agradecer al equipo local, guías y porteadores, quienes hicieron posible esta travesía. En la tarde, puedes aprovechar para recorrer el pueblo, comprar recuerdos o simplemente disfrutar de un café viendo cómo los helicópteros van y vienen sobre las nubes del Himalaya.
Después de un merecido descanso, tomamos el vuelo de regreso desde Lukla, ya sea hacia Katmandú o Manthali, dependiendo de la temporada. El vuelo es corto pero inolvidable: al mirar por la ventanilla verás por última vez los valles, glaciares y cumbres que formaron parte de una experiencia única en la vida. Si aterrizas en Manthali, te esperará un traslado terrestre de aproximadamente 5 horas hasta Katmandú.
Una vez en la ciudad, el resto del día es libre. Puedes regresar a tu hotel, darte una ducha caliente, disfrutar de una comida urbana o simplemente descansar. Este día es ideal para reflexionar sobre todo lo vivido, revisar tus fotos o escribir en tu diario de viaje. Lo que comenzó como un reto físico, seguramente terminará como una experiencia transformadora.
Coordinación en caso de evacuación médica por emergencia (el seguro de viaje debe cubrir los costos)
Vuelos hacia y desde Nepal
Todas las comidas en Katmandú antes y después del viaje
Propinas voluntarias para guías y porteadores (recomendadas)
Visa múltiple a la llegada al Aeropuerto Internacional Tribhuvan:
Seguro obligatorio que cubra rescate y evacuación en alta montaña
Equipamiento personal de trekking (ropa técnica, saco de dormir, bastones, etc.)
El Trekking al Campo Base del Everest está disponible la mayor parte del año, pero la mejor temporada para realizarlo es durante la primavera (finales de marzo a mayo) y el otoño (finales de septiembre a noviembre), cuando las condiciones climáticas son más favorables, los cielos están despejados y las vistas de las montañas son impresionantes.
Las salidas están garantizadas con un mínimo de 2 personas.
USD 1350.00 por persona
La mejor época para este trekking es entre finales de marzo a mayo y finales de septiembre a noviembre, cuando el clima es más estable y las vistas del Everest son más nítidas.
Para asegurar una fecha específica, contáctanos con anticipación.
Te recomendamos reservar con anticipación para garantizar tu lugar en esta aventura única al corazón del Himalaya.
La mejor temporada para hacer este trekking es durante la primavera (finales de marzo a mayo) y el otoño (finales de septiembre a noviembre). Estas épocas ofrecen cielos despejados, clima más estable y excelentes vistas del Himalaya.
Se necesitan 8 días de caminata desde Phakding para llegar al Campo Base del Everest, incluyendo dos días de aclimatación en Namche Bazaar y Dingboche.
El trekking completo dura 14 días, incluyendo los días de llegada y salida, días de aclimatación, y el regreso a Lukla.
Se recomienda obtener una visa de 30 días para Nepal (USD 50), que cubra todo el trekking más algunos días adicionales para mayor flexibilidad.
Sí. Nepal ofrece visa a la llegada en el Aeropuerto Internacional de Katmandú. Deberás completar un formulario, presentar tu pasaporte y pagar la tarifa en la moneda establecida.
No. Durante la temporada alta, todos los vuelos a Lukla se desvían al aeropuerto de Manthali (Ramechhap). Desde Katmandú, se realiza un traslado terrestre de aproximadamente 5 horas antes del vuelo.
Sí. El traslado desde Katmandú a Ramechhap está incluido en el paquete y se realiza en vehículo privado durante la madrugada, acompañado por el guía o representante local.
Sí. Puedes optar por un vuelo en helicóptero desde Katmandú a Lukla, por un costo adicional de aproximadamente USD 380 por persona, compartido entre cinco pasajeros.
El límite total es de 15 kg por persona: 10 kg en equipaje facturado y 5 kg como equipaje de mano. El exceso de peso se cobra entre USD 2 y USD 4 por kg adicional.
Cada porteador transporta hasta 18 kg en total, equivalente a 9 kg por persona. El resto del equipaje debe guardarse en Katmandú o no llevarse.
Durante el trekking se duerme en lodges de montaña o casas de té, con habitaciones privadas cuando hay disponibilidad, y habitaciones estándar en zonas remotas. En Katmandú puedes coordinar tu hotel con nosotros si lo deseas.
Sí. Aunque tenemos opciones estándar en hoteles de buena categoría en Thamel, podemos adaptar tu reserva si prefieres otro alojamiento.
Sí. Incluimos traslado privado de llegada y salida desde el Aeropuerto Internacional de Katmandú.
Conocerás a tu guía en Katmandú durante la sesión informativa. En algunos casos, te esperará directamente en Lukla. Los porteadores suelen encontrarse en el aeropuerto de Lukla o en el primer lodge.
En promedio se camina entre 4 a 6 horas por día, incluyendo descansos y tiempo para el almuerzo. Los días más largos son los de llegada al Campo Base y Kala Patthar.
Se asciende entre 500 m y 700 m por día, dependiendo del tramo. El punto más alto es Kala Patthar (5.545 m).
El itinerario de 14 días incluye dos días completos de aclimatación, uno en Namche Bazaar y otro en Dingboche.
No es recomendable. Los días de aclimatación son esenciales para evitar el mal de altura. Omitirlos puede poner en riesgo tu salud y el éxito de la caminata.
Sí, es un trekking exigente debido a la altitud, el clima y el terreno. No requiere experiencia técnica, pero sí buena condición física y mental. Con entrenamiento previo y una buena aclimatación, es totalmente alcanzable.
Desde Gorakshep puedes optar por un vuelo en helicóptero a Lukla si no deseas hacer el camino de regreso a pie. Esta opción tiene un costo adicional.
Podemos ayudarte a gestionar noches adicionales con un costo adicional, tanto por regreso anticipado como por extensión de estadía.
Se recomienda beber al menos 3 a 4 litros de agua al día. Mantenerte hidratado es fundamental para prevenir el mal de altura y mejorar tu rendimiento físico.
No. Se debe usar pastillas purificadoras o sistemas de filtración antes de consumir agua durante la caminata. También puedes comprar agua embotellada en los lodges.
Recomendamos empacar ligero y funcional. La mayoría de los artículos pueden alquilarse en Katmandú si es necesario. Cada excursionista debe limitar su equipaje a un máximo de 9 kg, que será transportado por los porteadores.
Capa base (primera capa):
Capa media (segunda capa):
Capa externa (tercera capa):
Extras: