Ubicado en el sector Montegrande, al suroeste del distrito de Santiago en Ica, el Cañón de los Perdidos es una joya natural que ofrece paisajes espectaculares y una experiencia inolvidable en el desierto peruano. Este cañón, de aproximadamente 5 kilómetros de longitud y con profundidades de hasta 200 metros, es el lugar perfecto para los amantes de la aventura y la naturaleza.
Debido a la falta de señalización y a la complejidad del acceso, es altamente recomendable contratar un tour con una agencia local. Los operadores turísticos ofrecen transporte y guías especializados, garantizando una experiencia segura y enriquecedora.
Tours grupales desde Ica:
Desde S/. 150 a S/. 200 por persona, dependiendo de los servicios incluidos.
Generalmente, los paquetes incluyen transporte, guía turístico, refrigerios y, en algunos casos, visitas adicionales a bodegas vitivinícolas o al Oasis de Huacachina.
Entrada al Cañón:
Actualmente, no hay un costo de ingreso fijo, pero algunas comunidades locales solicitan un aporte voluntario para el mantenimiento del sitio.
Ropa y Equipo:
Lleva ropa ligera, sombrero, protector solar y suficiente agua para mantenerte hidratado durante el recorrido.
Horario Ideal:
Inicia la visita temprano por la mañana para evitar el calor intenso del desierto.
Condición Física:
El recorrido incluye caminatas de dificultad moderada, por lo que se recomienda estar en buen estado físico.
Aprovecha la oportunidad para visitar las bodegas de Ica, donde podrás degustar vinos y piscos elaborados localmente.
Muchos tours combinan la visita al Cañón de los Perdidos con una parada en este famoso oasis. Aquí puedes disfrutar de actividades como el sandboarding y paseos en buggy por las dunas.
La temporada ideal para visitar el Cañón de los Perdidos es entre mayo y noviembre, cuando las temperaturas son más agradables y las condiciones del desierto son óptimas para explorar.