Cuando se habla de trekking, la mayoría piensa en botas, mochilas o bastones, pero pocas veces se da la debida importancia a un elemento crucial: el saco de dormir. Después de una jornada de caminata intensa, el descanso nocturno marca la diferencia entre disfrutar la aventura o padecerla. En esta guía te mostraremos cómo elegir el mejor saco de dormir para trekking, qué factores debes considerar y un ranking con opciones recomendadas para este 2025.
En la montaña, las temperaturas pueden descender drásticamente por la noche, incluso en temporadas consideradas cálidas. Dormir con frío no solo resulta incómodo, sino que afecta el rendimiento físico y la seguridad del excursionista. Un saco de dormir adecuado ofrece:
En resumen, un buen saco de dormir es tu refugio portátil.
La norma EN/ISO clasifica los sacos de dormir en:
Para trekking en los Andes o Alpes, lo recomendable es un saco con confort entre -5 °C y -10 °C.
Si tu trekking dura varios días, cada gramo cuenta. Lo ideal es buscar sacos entre 800 g y 1.4 kg, con buena bolsa de compresión.
| Tipo de trekking | Temperatura de confort recomendada | Tipo de saco de dormir | Características principales |
| Trekking en verano / climas cálidos | +5 °C a +15 °C | Saco sintético ligero o liner | Muy transpirable, compacto, fácil de transportar. Ideal para mochilas pequeñas. |
| Trekking de media montaña | 0 °C a +5 °C | Saco sintético o pluma ligera | Buen equilibrio entre aislamiento y peso. Resistencia a humedad moderada. |
| Trekking en alta montaña (Andes, Alpes, Himalaya en temporada seca) | -5 °C a -10 °C | Saco de pluma de alta calidad | Gran capacidad térmica, ligero y compresible. Requiere protección contra la humedad. |
| Expediciones en frío extremo | -10 °C a -20 °C | Saco de pluma expedicionario | Máximo aislamiento, diseñado para condiciones extremas. Voluminoso y de precio elevado. |
| Ambientes húmedos (selva, trekking lluvioso) | 0 °C a +10 °C | Saco sintético impermeable | Mantiene aislamiento incluso mojado. Más pesado, pero más seguro en climas húmedos. |
Un saco de dormir es una inversión clave para cualquier amante del trekking, por lo que su correcto cuidado y mantenimiento son fundamentales para prolongar su vida útil y mantener sus propiedades aislantes. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:
Nunca guardes tu saco de dormir comprimido por largos periodos en su funda de transporte, ya que esto aplasta el relleno y reduce su capacidad térmica. Lo ideal es almacenarlo en bolsas grandes de tela transpirables o colgarlo extendido en un armario. Así, las fibras o plumas conservan su volumen natural y su poder aislante.
La limpieza debe realizarse solo cuando sea necesario. Utiliza jabones neutros o específicos para sacos de pluma o sintéticos, evitando detergentes agresivos que dañan los materiales. Se recomienda lavado a mano o en lavadoras de gran capacidad, con ciclos suaves. Después, asegúrate de un secado completo, preferiblemente al aire libre y en sombra, para evitar acumulación de humedad.
En la montaña, coloca siempre una esterilla aislante o colchoneta bajo tu saco de dormir. Esto no solo aporta comodidad, sino que evita la pérdida de calor por contacto directo con el suelo frío. En climas húmedos o lluviosos, protege el saco con una funda impermeable o bivy bag para mantenerlo seco durante la noche.
Cuando termines tu travesía, ventila tu saco de dormir inmediatamente. Extiéndelo al aire libre y, de ser posible, expónlo al sol por unas horas para eliminar cualquier rastro de humedad. Si es de pluma, asegúrate de redistribuir manualmente el relleno para evitar que se apelmace y pierda capacidad de aislamiento.
El mejor saco de dormir para trekking en frío extremo es aquel que garantiza un excelente aislamiento térmico con el menor peso posible. En este sentido, los sacos de pluma de alta gama, como el Mountain Hardwear Phantom Alpine, destacan por su gran poder de abrigo y ligereza, con temperaturas de confort cercanas a los -10 °C. Estos modelos son recomendados para expediciones de alta montaña y travesías en climas rigurosos, donde mantener el calor corporal es esencial para la seguridad. Si bien su precio es más elevado, su rendimiento en condiciones extremas justifica la inversión.
En la Cordillera de los Andes, donde las noches pueden llegar fácilmente a temperaturas bajo cero, lo más recomendable es un saco de dormir con temperatura de confort entre -5 °C y -10 °C. Los sacos de pluma son los más adecuados porque ofrecen ligereza, compresibilidad y excelente aislamiento, facilitando el transporte en largas caminatas a gran altitud. Sin embargo, si existe riesgo de humedad o lluvias, un saco sintético puede ser una alternativa más segura, ya que mantiene su capacidad aislante incluso mojado. La elección dependerá del tipo de trekking, altitud y estación del año.
La principal diferencia entre un saco de dormir de pluma y uno sintético está en el equilibrio entre peso, calor y resistencia a la humedad. Los sacos de pluma son más ligeros, cálidos y fáciles de comprimir, ideales para trekking de varios días en climas secos y fríos. No obstante, si se mojan, pierden gran parte de su capacidad aislante. Por otro lado, los sacos sintéticos son más voluminosos y pesados, pero conservan el calor incluso en condiciones de humedad. Además, suelen ser más accesibles en precio y más fáciles de mantener, siendo una opción práctica para principiantes.
El cuidado del saco de dormir es esencial para mantener su capacidad aislante y prolongar su vida útil. Después de cada salida, es importante ventilarlo al aire libre y asegurarse de que esté completamente seco antes de guardarlo, evitando la formación de hongos o malos olores. No se recomienda almacenarlo comprimido en su bolsa de transporte, ya que esto daña el relleno; lo ideal es usar una bolsa amplia de tela o colgarlo en un armario. Además, la limpieza debe hacerse solo cuando sea necesario, utilizando jabones neutros o servicios especializados en sacos de pluma o sintéticos.
Para trekking en verano o climas cálidos, lo recomendable son sacos de dormir ligeros y transpirables, con temperaturas de confort entre +5 °C y +15 °C. Estos modelos suelen ser más compactos y fáciles de transportar, ideales para rutas donde el peso en la mochila es un factor decisivo. Los sacos sintéticos ultraligeros son una opción práctica, ya que permiten buena ventilación y resistencia a la humedad. También existen sacos tipo “sábana” o liners que ofrecen comodidad y se pueden usar como complemento en alojamientos rústicos. La clave está en priorizar la ligereza sin comprometer el descanso nocturno.
Un saco de dormir rinde mejor si se combina con accesorios diseñados para aumentar el confort y el aislamiento térmico. La esterilla aislante es indispensable para evitar la pérdida de calor por contacto con el suelo frío. Las fundas impermeables o bivy bags protegen de la humedad y del viento. Los liners térmicos incrementan la temperatura de confort y facilitan la limpieza, ya que se lavan con facilidad. Además, una almohadilla inflable o de espuma mejora el descanso, reduciendo la presión en la espalda y cuello. Estos complementos marcan la diferencia en trekkings de varios días.
La diferencia entre temperatura de confort y límite en los sacos de dormir se basa en los estándares EN/ISO 13537, que ayudan a elegir el modelo adecuado. La temperatura de confort indica el rango en el que una persona promedio duerme cómodamente sin pasar frío. La temperatura límite señala el valor mínimo en el que todavía es posible dormir, aunque con cierta incomodidad. Finalmente, algunos sacos muestran la temperatura extrema, que representa un escenario de supervivencia y no de descanso real. Comprender estas etiquetas es clave para seleccionar un saco adaptado al clima del trekking.
Los sacos de dormir diseñados para mujeres ofrecen características específicas que mejoran la comodidad en climas fríos. Generalmente son más cortos y estrechos en la parte superior, con un ajuste ergonómico que retiene mejor el calor corporal. Además, incluyen mayor aislamiento en caderas y pies, zonas más sensibles al frío. Marcas como Marmot, The North Face y Sea to Summit cuentan con modelos femeninos certificados con temperaturas de confort entre -5 °C y -10 °C, ideales para trekking en la Cordillera de los Andes o el Himalaya. Elegir un saco adaptado al cuerpo femenino optimiza el descanso.
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