Los Chankas fueron una de las civilizaciones preincaicas más importantes de los Andes peruanos. Conocidos por su espíritu guerrero y su resistencia contra la expansión del Imperio Inca, los Chankas dominaron gran parte de la región de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica antes de ser finalmente conquistados por los incas. Su historia está marcada por mitos, batallas y una cultura distintiva que aún perdura en la identidad de sus descendientes.
Los Chankas habitaron los Andes Centrales del actual Perú, con su capital en Sondor, cerca de la actual ciudad de Andahuaylas. Se estima que su cultura se desarrolló entre los siglos XII y XV d.C., antes de la expansión inca.
Según las leyendas, los Chankas descendían de Uscovilca, su fundador mítico, quien guió a su pueblo en su proceso de expansión. Formaron una sociedad guerrera, con una economía basada en la agricultura, la caza y la guerra de conquista, lo que les permitió dominar territorios vecinos y convertirse en una de las mayores amenazas para los incas.
El episodio más famoso de la historia Chanka es su enfrentamiento con los incas, conocido como la Gran Guerra Inca-Chanka, que ocurrió alrededor de 1438.
Los Chankas, liderados por Anccohualloc, reunieron un ejército de más de 40,000 guerreros para invadir Cusco, la capital inca. En su marcha, conquistaron varios pueblos y estaban a punto de derrotar al gobernante inca Viracocha Inca, quien huyó de la ciudad junto con su hijo Urco.
Sin embargo, su hijo menor, Pachacútec, organizó la defensa de Cusco con la ayuda de los soldados restantes y poblaciones aliadas. En una batalla épica, los incas lograron vencer a los Chankas, quienes fueron obligados a retroceder.
Tras su derrota, los Chankas fueron perseguidos y sometidos por los incas. Muchos de sus líderes fueron ejecutados, mientras que otros fueron trasladados a diferentes partes del imperio bajo el sistema de mitmaes (relocalización forzosa de pueblos).
A pesar de esto, algunas comunidades Chankas lograron mantener su identidad cultural en regiones como Andahuaylas, donde sus descendientes aún preservan su herencia.
Los Chankas estaban divididos en tres grandes grupos étnicos:
Cada grupo tenía su propio liderazgo, pero estaban unificados bajo un jefe supremo en tiempos de guerra. Su sociedad era fuertemente militarizada, con guerreros de élite que usaban armas como lanzas, macanas y hondas.
Los Chankas tenían una visión espiritual centrada en la naturaleza y los espíritus de los ancestros. Algunos de sus elementos religiosos más importantes eran:
A pesar de haber sido conquistados por los incas, la cultura Chanka sigue viva en las comunidades de Andahuaylas, Apurímac y Ayacucho. Sus descendientes mantienen tradiciones en la música, la danza y la agricultura.