La zona de alpacas de Ausangate con sus Alpaqueros

La zona de alpacas de Ausangate con sus Alpaqueros

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Adéntrate en la mágica región de Ausangate, donde las majestuosas alpacas pastan en paisajes de ensueño. Descubre la vida en las alturas de los Andes, donde la cultura, la naturaleza y las alpacas se entrelazan en una experiencia única. Bienvenido a la cautivadora zona de alpacas de Ausangate, un rincón inolvidable de la maravillosa Peru.

Las alpacas de Ausangate, que prosperan en altitudes entre 3900 y 5100 metros sobre el nivel del mar, ofrecen un espectáculo asombroso con sus dos distintas razas, la huacaya y el suri. Estas fascinantes criaturas, parte integral del paisaje andino, se alimentan de los ricos pastos naturales que caracterizan estas altitudes. Su diversidad cromática, que va desde el negro y blanco hasta tonos marrones, contribuye a la riqueza visual de la región.

El ciclo de vida de las alpacas es un fascinante testimonio de la naturaleza. Sus crías, conocidas como "alpaca baby", llegan al mundo en enero, febrero y marzo, añadiendo una tierna vitalidad a los escenarios imponentes de Ausangate. Estos animales, más allá de su valor estético, tienen un costo aproximado de 250 a 300 soles, reflejando su importancia económica y cultural en la región.

La fibra de las alpacas es, sin duda, una joya en la corona de su crianza. Con una finura que oscila entre 19 y 22 micras, esta fibra es esencial en la creación de prendas y artesanías andinas de alta calidad. Desde su crianza hasta la producción de textiles, las alpacas de Ausangate desempeñan un papel fundamental en el tejido cultural y económico de la región, contribuyendo a la sostenibilidad y a la autenticidad de la herencia andina.

Las Alpacas en Ausangate es un icono de los andes

Alpaqueros son los pastores de alpacas de Ausangate

Los alpaqueros, auténticos guardianes de las alpacas en Ausangate, son héroes cotidianos que viven en cabañas rústicas de piedra y techos de paja. Su día comienza a las 7 de la mañana, cuando sacan a pastar a las alpacas, una tarea que implica no solo cuidar de los rebaños, sino también protegerlos de cazadores carnívoros como el majestuoso cóndor y el astuto zorro.

En su dedicación, los alpaqueros ofrecen apoyo crucial durante el nacimiento de las alpacas bebé, asegurando que cada nueva vida sea recibida con amor y cuidado. Siempre acompañados por leales perros pastores de alpacas, estos incansables cuidadores guían y protegen a sus rebaños en los extensos pastizales de Ausangate.

Después de una jornada extensa que se extiende hasta las 5 de la tarde, los alpaqueros regresan a sus cabañas. En estas humildes moradas, comparten el fiambre que llevan consigo, asegurando no solo la alimentación de las alpacas sino también la suya propia. Estos alpaqueros, arraigados en la tierra y en su labor, son los pilares de una tradición que une a las alpacas con el tejido mismo de la vida en Ausangate.

Alpaqueros son los pastores de alpacas de Ausangate

Casas de los alpaqueros de Ausangate

Las casas de los alpaqueros, ubicadas en los pintorescos paisajes de Ausangate, son refugios de autenticidad y simplicidad. Construidas con piedra y techos de paja, estas moradas rústicas reflejan la conexión profunda de los alpaqueros con la tierra y su estilo de vida dedicado al cuidado de las alpacas. Estos hogares, más que simples construcciones, son testigos de historias compartidas, de jornadas agotadoras y de la esencia misma de una vida arraigada en la naturaleza.

Casas de los alpaqueros de Ausangate

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